viernes, 19 de julio de 2013

Hematomas intracraneales

HEMATOMAS INTRACREANEALES


Los hematomas intracraneales son acumulaciones de sangre dentro del cerebro o entre el cerebro y el cráneo.
Los hematomas intracraneales pueden ser consecuencia de un traumatismo o de un ictus. Es habitual que los hematomas intracraneales asociados a un traumatismo se formen en el revestimiento externo del cerebro (hematoma subdural) o entre el revestimiento externo y el cráneo (hematoma epidural). Ambos tipos generalmente se pueden poner de manifiesto con una tomografía computadorizada (TC) o con una resonancia magnética (RM).

Un hematoma epidural es consecuencia de la hemorragia de una arteria que se encuentra entre las meninges (las membranas que revisten y protegen el cerebro) y el cráneo. La mayoría de los hematomas epidurales ocurre cuando una fractura de cráneo rompe una arteria. Dado que la sangre tiene más presión en las arterias que en las venas, sale con más fuerza y rapidez de las arterias. A veces los síntomas son de inicio inmediato, generalmente en forma de dolor de cabeza intenso, pero también pueden retrasarse varias horas. A veces, el dolor de cabeza cede para reaparecer con más intensidad al cabo de unas horas; es posible que entonces se acompañe de un estado progresivo caracterizado por confusión, somnolencia, parálisis, colapso y coma profundo.


                                                                           
imagen original
Referencia: www.trainmed.com




Los hematomas subdurales son consecuencia del sangrado de las venas que se hallan alrededor del cerebro. El inicio del derrame puede ser súbito y consecutivo a un grave traumatismo craneal, o más lento cuando se trata de una lesión menos grave. Los hematomas subdurales de lento desarrollo son más frecuentes en las personas de edad avanzada, porque sus venas son frágiles, y en los alcohólicos, porque a veces no se enteran de golpes leves o moderados en la cabeza. En ambas situaciones la lesión inicial puede parecer leve y los síntomas pueden pasar inadvertidos durante varias semanas. Sin embargo, una TC o una RM pueden detectar la sangre acumulada.
                                                                       
                                                                   
Imagen original.
Referencia: emrems.com

                                                                     

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